George Orwell, pseudónimo de Eric Arthur Blair, escritor y periodista británico nacido en 1903 y fallecido en 1950. Sus obras llevan la marca de sus experiencias personales, por su posición en contra del imperialismo británico, a favor de la justicia social y en contra de los totalitarismos nazi y stalinista tras su participación en la Guerra Civil española. Es uno de los ensayistas en lengua inglesa más importantes del siglo XX, conocido por dos novelas muy críticas con el totalitarismo: Rebelión en la granja y 1984.
Esta última introdujo conceptos como el de "Gran Hermano”, “Policía del Pensamiento” y la “neolengua”. La novela se basa en una futura Londres, donde la sociedad está dividida en tres claros grupos: los miembros del Partido Único, los del Consejo dirigente y los proles, una masa de gente que constituye el 85% del total de la población. El estado suprime todo derecho y castiga incluso con la muerte a los que no muestren suficiente fidelidad a la causa nacional, salvando solo a los fanáticos de los castigos.
El protagonista de la obra es Winston Smith, que trabaja en el Ministerio de la Verdad, uno de los cuatro que hay. Los trabajadores de este ministerio se ocupan de reescribir la historia, dejando siempre en buen lugar al Imperio de Oceanía, al que pertenece Londres. Esta superpotencia está gobernada por el “Ingsoc”, acrónimo de socialismo inglés, y las otras dos potencias son Eurasia y Asia Oriental.
El “Gran Hermano” es el único personaje político, y hace una clara alusión a Stalin. La novela hace referencia a los regímenes totalitarios y los ridiculiza, al ironizar con los aliados de la superpotencia de Oceanía, que van cambiando dependiendo de la situación, al igual que Stalin fue primero aliado de Hitler y luego su enemigo.
1984 es de lectura obligada, porque algunos aspectos se pueden aplicar a la actualidad. De hecho, numerosos analistas detectan paralelismos entre la sociedad actual y la de la novela, y el término orwelliano se ha convertido en sinónimo de las sociedades que reproducen actos totalitarios y represores.
La obsesión con la seguridad y la vigilancia que tienen cada vez más los estados, puede recordar al concepto de “Gran hermano” y las “telepantallas” que vigilan a los personajes de la novela. ¿Nos estamos acercando a esta sociedad distópica?
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